Al Trastorno obsesivo compulsivo (TOC) antiguamente se le conocía como “la enfermedad de la duda”, pues en general, las personas que sufren de este problema, tienen muy baja tolerancia a la incertidumbre (necesitan estar cien por cien seguras de las cosas).
X, trabaja en la unidad de radiología en un hospital de la ciudad donde vive, es extremadamente cuidadoso con su trabajo y suele repasar y comprobar multitud de veces cada actividad que allí realiza.
Decide buscar ayuda por el elevado malestar y ansiedad que le está provocando realizar todas estas comprobaciones, que, él mismo, considera ya exageradas, pues le consumen mucho tiempo y energía.
Cuenta, que además de comprobar varias veces cada cosa que hace, cuando está regresando a su casa, en muchas ocasiones le asalta la duda sobre si ha dejado todo bien hecho, por ejemplo si ha guardado en el sobre correcto la última prueba que ha revisado, así, que con la intención de eliminar su temor y ansiedad, regresa de nuevo al trabajo para comprobarlo, pese a que ya lo había comprobado allí, como hace siempre. Algunas veces, aun habiendo regresado para comprobarlo, una vez en casa, vuelve a dudar, así que decide llamar a algún buen compañero para que se lo compruebe y poderse librar de ese malestar. Ha intentando en alguna ocasión cuando le asalta la duda u obsesión, no regresar al trabajo, ni llamar por teléfono, pasando toda la tarde intentando recordar y revisando mentalmente lo que hizo buscando esa anhelada certeza.
El trastorno obsesivo compulsivo como su nombre indica está compuesto por dos elementos:
Tratamiento:
La persona con obsesiones intenta pasarlas por alto, suprimirlas o no pensar en ellas, pero eso no funciona. Si a las personas que estáis leyendo esto en este momento, se os pidiese, que bajo ningún concepto imaginaseis o pensaseis en un lindo gatito blanco con un lazo rosa en la cabeza, comprobaríais que el solo hecho de no querer pensar en él, ha provocado el efecto contrario.
Por lo tanto, el tratamiento consistirá no en evitar pensar, sino en aprender a pensar de otra manera y en guiar el proceso de exposición a las obsesiones, sin realizar el ritual o compulsión, mantenedores del problema. Se hará de forma muy graduada de menor a mayor ansiedad.
Incluyo un fragmento del inicio de la película “Mejor imposible” de Jack Nicholson, porque dio a conocer esta problemática al público en general, pero salvando las distancias, pues la película está realizada en un tono desenfado con el objetivo de captar la atención del público.